Se reía.
_ No tienes buena cara…
_ Es que… _ Miré al
suelo.
_ Déjala Dani._ Le dijo
David._ Mejor no recordárselo.
_ Pero, ¿el qué? Por
cierto… ¿has hablado con el otro David?
_ ¡Olé Dani! ¡Muy bien
listo!
Yo no estaba para
tonterías, solo miraba al suelo, pensando en todo lo que me había dicho y sin
embargo los hechos le contradicen.
_ Da igual… venga vamos._
Dije levantándome de la cama para ir con el resto de gente.
Cuando lleguemos ellos
estaban desayunando y nosotros todavía sin comer. Nos pedimos de todo, la
comida no cabía en la mesa.
_ Si que tenéis hambre,
¿no? _ Nos dijo Álvaro riendo. _ Porque menudo atracón os vais a pegar.
Después de desayunar,
como en el hotel había hasta cancha de baloncesto Dani quiso ir y nos arrastró
a todos tras él. Bueno, puede que no, a mi también me apetecía jugar a
baloncesto, lo único es que no justo después de haber comido pero bueno.
Pedimos una pelota y decidimos
jugar chicas contra chicos aunque éramos dos más, pero ellos eran mayores así
que…
Comencemos a jugar, no
era justo, ellos eran jirafas.
_ ¡Carlos pasa! _Le
gritaba Dani.
_ ¡Inés bloquéale!_ Le
decía Maica desesperada.
Carlos le pasó el balón a
Dani y fui a quitársela, pero David me cogió por la cintura y no me dejaba ir.
_ ¡Hey! ¡No vale!
_ Aquí te quedas conmigo.
Me escapé y en un
despiste de Dani le quité el balón y salí corriendo hacia la canasta
correspondiente. Blas y Álvaro corrían detrás de mí.
_ ¡Anabel! ¡Tira! ¡Tú
puedes!
Entonces un milagro
ocurrió… encesté, por primera vez en un partido encesté.
_ ¡Olé Anabel! Me decía
Lucía.
_ La primera vez que
encesto en un partido. _Me reía.
Estuvimos cerca de una
hora jugando, pero nosotras ya estábamos muertas, no podíamos más.
Nos fuimos cada una a su
habitación para ducharnos y arreglarnos, pero mientras me estaba duchando me di
cuenta de que no había echado el cerrojo de la puerta y justo en ese momento
entró David sin darse cuenta, suerte que había cortina.
_¡Ah! _Grité.
_ Ups, lo siento, no
estaba el cerrojo echado.
_ No pasa nada pero por favor
sal, que me da vergüenza.
_ Espera que tengo que
buscar una cosa y en seguida salgo.
Aquel cuarto de baño
parecía un corral todo tirado por todos lados. Estuvo como 10 minutos removiéndolo
todo, y eso que era un cuarto de baño enano.
_ No estará por ahí
dentro mi reloj, ¿verdad?
_ ¿Tu reloj es lo que
buscas? Te mato. _Dije riendo.
_ ¿Pero está ahí o no?
_ Si, aquí está.
_ ¿Me lo puedes dar?
_ Vale, pero date la
vuelta y no mires.
Abrí un poquito la
cortina y el tío estaba mirando.
_ ¡Niño!
_ ¡Pero que no se ve
nada!
_ Toma y sal ya anda.
Lo cogió y se fue. Cuando
salí no encontraba mi ropa, la había revuelto con todo. Hay que tío madre mía. Cerré
el cerrojo y me puse a buscarla liada con una toalla. Cuando la encontré me
vestí y salí, lo pillé vistiéndose, se había duchado en las duchas de la
piscina climatizada, no entiendo que prisa tenía el tío.
_ Mira quien es ahora la
que está mirando.
_ Yo no estoy mirando, he
salido y te he encontrado así.
Volví a entrar en el
cuarto de baño.
_ Cuando estés avisa.
_ Ya estoy. _ Dijo al
cabo de un rato.
Abrí la puerta y me lo
encontré delante de mis narices. ¡Estaba guapísimo! Aunque tenía los pelos
locos porque estaba yo allí encerrada.
_ ¿Puedo entrar a
peinarme?
_ ¿A dónde vamos? Es que
te veo muy arreglado.
_ A un sitio, mientras
que me peino ponte el vestido que te he dejado encima de la cama, si te gusta
claro.
Me acerqué a la cama y
había un vestido precioso. Era azul oscuro con una cinta en la cintura. También
me había dejado una florecita del mismo color para el pelo, así que otra vez a
peinarme, y además unos zapatos de tacón y un bolso. ¿De dónde había sacado
todo aquello? Yo me puse el vestido y los zapatos, en cuanto saliera él, yo
volvería a entrar para peinarme y maquillarme. Estaba tardando mucho.
_ ¿Estás bien David?
_ Si, ¡es que no se me
queda bien!
_ ¿Te ayudo?
_ No hace falta. _Noté en
su voz que sonreía.
Al fin salió.
_ Que preciosidad de
chica._ Me dijo.
_ ¡Aish! Gracias. _Sonreí.
_ No quiero meterte prisa…
pero es que nos están esperando.
_ A buena hora me lo
dices.
Me peiné y me maquille a
mi ritmo porque si no, no se lo que me saldría.
_ ¡Tardona!
_ Pues anda que tú que te
has tirado dos horas para peinarte…
Nos reímos los dos.
_ Estas guapísima, en
serio.
_ Tu también.
_ Venga vamos.
Estaban todos en la
puerta esperando, incluso Paula, Rocío y Andrea.
_ La hemos invitado a
ellas también.
_ Por mi vale. _Dijo
David con esa sonrisa asesina que tiene él.
_ A ver, nos tenemos que
repartir entre los coches que tenemos. _Dijo Blas. _David, coge el tuyo y que
vayan contigo Anabel, Maica, Lucía y Andrea. Carlos, tú con Inés, Álvaro, Paula
y Rocío. Y el resto conmigo.
_ ¡Qué marimandón!_ Le
dijo Dani.
Blas se reía.
_ ¿A dónde vamos?_
Preguntábamos todo el rato.
_ Ya lo veréis.
_ Que poco original, otra
vez lo del día que nos conocimos. _ Nos reíamos. _ Es broma cielo, digo… David.
Hubo un silencio hasta
que empezó a sonarme el móvil.
_ Joder.
_ ¿Qué pasa?
_ Cógelo tú, yo no estoy,
¿oks? _Le dije a Lucía.
_ Vale.
_ ¡Mi amor!
_ Ni soy Anabel ni ella
es tu amor.
_ ¿Qué? ¿Dónde está
Anabel?
_ ¿Te lo has pasado bien?
_ ¿Cómo que si me lo he
pasado bien?
_ ¿Es muy guapa? ¿Cómo
es?
_ ¿De que me estás
hablando?
_ Esta mañana cuando has
estado hablando con Anabel estabas con “tu prima” _ Dijo con el tono de entre
comillas. _Pues menuda prima que tienes, más puta que las gallinas ¿no? Deja a
Anabel en paz.
Colgó.
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Siento mucho el retraso, esque casi no tengo tiempo para escribir. Gracias por leer :D
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