Me abrazó, se acercaba
cada vez más y más, estaba tan cerca que incluso podía notar los latidos de su
corazón cuando… tocaron a la puerta.
_ ¿Quién es?_ Dijo David
de mala gana.
_Servicio de
habitaciones. _ Dijo Carlos intentando poner voz de mujer.
_ Qué gracioso. _Dijo
David irónicamente mientras yo me partía.
Se levantó y abrió.
_ ¿Te he despertado o
algo para que estés tan borde?
Entonces miró por encima
del hombro de David y me vio a mi tan ligerita de ropa como a David.
_Creo que he interrumpido
algo… lo siento.
_No has interrumpido
nada, es que el listo este quería que durmiera en ropa interior, me ha echado
una botella de agua encima y me a puesto la ropa donde no llego a cogerla.
El tío se partía.
_ ¡David hombre! ¡Qué
poco caballeroso!
_Bueno, ¿y que querías?
_Venía a deciros que si
podemos venir a jugar a la botella aquí.
_ ¿Y porqué aquí?
_Porque es la habitación
más grande.
_ Pero mira como estamos
los dos.
_Pues tú te vistes y a
ella le traigo ahora un albornoz de mi habitación, que seguro que se lo has
escondido.
_Ups.
Al oír eso salí corriendo
al baño.
_No hace falta que
traigas ninguno, ya he cogido yo el que se le ha olvidado esconder a David,
pero para dormir me lo tendré que quitar. _Dije con mala cara.
Se fue y al cabo de unos
minutos entraron todos, Inés no le quitaba los ojos de encima a Carlos. Nos
sentemos todos en círculo y pusieron la botella en medio.
_ ¿Quién empieza?
_Yo mismo. _Dijo Dani.
Justamente le toqué yo,
al menos lo primero que tocaba era en la mejilla, uf. Entonces me tocó tirar a mí,
me tocó… David, como no.
_Te tengo hasta en las
sopas hijo mío. _Dije riendo.
_Calla y ven aquí.
Me dio el beso y volví a
mi sitio. David tiró, le tocó a Inés y cada vez que tiraban o Inés o Carlos se
tocaban mutuamente hasta que… les tocó besarse.
_ Bueno… ya toca…
_Si… venga va. _Dijo Inés
ansiosa.
Se besaron, no fue muy
largo pero si, desde entonces a Carlos nunca le tocaba ella, no se porque. Así estuvimos
hasta las dos de la mañana, a mi me había tocado ya con todos, pero no había
llegado al punto de besarse.
_Buenas noches a todos.
_ ¡Adiós par de dos! _Dijeron
a coro.
Volvíamos a estar en las
mismas de antes, David y yo, en ropa interior en la misma cama.
_ Espero que ya no nos
molesten más. _Me dijo.
_ Estoy que me caigo de
sueño.
_ Jo. _Dijo quejándose
mientras ponía su pié sobre el mío por debajo de la sabana.
_ Venga a dormir, buenas
noches.
_Buenas noches. _Se reía.
No serían más de las cuatro
de la mañana cuando le escuché gritando, lo gracioso es que estaba dormido.
_David, hey David.
Se despertó de golpe
sudando.
_ ¿Estás bien?
_ Si, era solo una
pesadilla.
_ Cuéntamela, te sentirás
mejor.
_ Tranquila no hace
falta.
_ ¿Seguro?
_ Si, tranquila.
¿Cómo iba a quedarme
tranquila con lo asustado que lo había visto?
_David, estabas aterrado,
cuéntamelo que yo te escucho. A ver, primero… ¿Quién salía?
_Pues salíamos tú, Blas,
Dani, Carlos, Álvaro, Maica y yo.
_ ¿Y qué pasaba?
_ Pues… Estábamos en una
fiesta y se fue la luz. En ese momento estábamos bailando una canción lenta tú
y yo. De pronto la gente comenzó a gritar, se encendió la luz y Maica estaba
muerta.
_ Dios.
_Espera que te digo
contando: entonces llegaron la ambulancia, la policía y todo eso. Salimos de la
fiesta y mientras caminábamos alguien nos seguía. Era de noche y la mayoría de
farolas estaban fundidas así que en realidad la única luz que nos iluminaba era
la de la luna. De pronto nos quedemos tú y yo solos, los otros desaparecieron. Entonces
nuestro perseguidor se dejó ver y salimos corriendo. Era un hombre muy pero que
muy blanquito de piel, con un sombrero marrón y un abrigo que le llegaba hasta la
rodilla. Él iba detrás de nosotros corriendo para atraparnos. Entonces fue
cuando pasó lo peor… Tú te tropezaste y antes de que llegara yo para cogerte,
llegó ese hombre y… te mató. Conforme lo hizo se giró y se fue. Yo me quedé
llorando de rodillas frente a ti, muerta. Después de unos minutos salí en busca
de aquel individuo y me lo encontré de cara, era horrible. Entonces ha sido
cuando tú me has despertado.
Yo tenía los pelos de
punta y en cuanto acabó le abracé.
_ Shh, tranquilo, yo
estoy aquí, estoy viva, todo a sido un sueño.
Él estaba llorando.
_Hey, mírame. Ya ha
pasado, ¿vale? Estoy aquí, contigo y además que yo sepa viva. _Me reí y conseguí
sacarle una sonrisa a él._ ¿Ves?, así me gusta más. Y ahora duerme tranquilo.
A la mañana siguiente nos
levantemos los dos, bueno… no solo nosotros dos porque… mejor no especifico.
_Buenos días princesa.
_ ¿Y dónde tengo el
castillo? _Me reí, vaya gilipollez acababa de decir. _Buenos días rey.
_Yo quería ser el príncipe.
_Dijo mirándome de reojo y nos reímos los dos.
Al fin me dio mi ropa y
me pude vestir. Fuimos a llamar a mis tres locas: Inés, Maica y Lucía. Menuda
fiesta tenían montada.
_ ¡Guarra, pásame mis
pantalones!
_ Si me lo pides bien te
lo paso.
_ Por favor pásame mis
pantalones…
_ ¡Hay tienes!
_ ¡Gracias fea!
Entonces toqué a la
puerta, me abrió Lucía.
_ ¿Qué fiesta tenéis
montada aquí?
_ Son insultos cariñosos.
_Ya, ya. Y el golpe que
te van a dar con una almohada también.
_ ¿Qué golpe?
Entonces se giró e Inés
le dio en toda la cara con su almohada.
_ ¡Ahora verás capulla!
_ ¡Ven y atrévete!
Álvaro apareció por detrás
nuestra sin que yo me diera cuenta.
_ ¿Qué pasa aquí?
_ La madre que … ¡Qué
susto me has dado!
_ Lo siento. _Se reían él
y David.
_ Pues nada, que están
aquí insultándose y pegándose palos “cariñosamente”.
_ ¡Ya se ve! _Nos partíamos
de risa los tres en la puerta mirando.
_ ¡Buenos días! _Dijo
Carlos que acababa de salir de su habitación.
Inés salió corriendo a
verle y a Lucía y Maica se les acabo la fiesta.
_ Buenos días Carlos.
_ ¿Tú otra vez? Jolín que
pesada… ¡No, no, no!_ Se reía. _Es broma.
_ Más te vale Carlitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario