viernes, 30 de marzo de 2012

Capitulo 10 :)


_ Hay, hay que se me cabrea.
_ ¡Si!
_ Anda ya, ha estado chulo.
_ Para vosotros si, para mi no.
_ Sabes que te quiero mucho chiquitaja.
_ Y yo a ti feillo.
_ ¿Feillo?
_ Si. _Me reí._ Es broma precioso.

Entonces me dio un besito en la mejilla.
_ Ya te vale tener tan buena puntería.
_ ¿Qué?
_ Nada, paridas mías. _Yo me partía de risa. _ Espera… se me ha olvidado hacer algo… ¡Ah si!, ¡matarte!

En ese preciso momento salió corriendo de la habitación y yo detrás. Pasé por delante de la habitación de antes y me quede parada… que bien se lo estaban pasando el abuelito ese y la señorita que había contratado.
Salí otra vez corriendo, ¡el tío me estaba esperando y todo!
De pronto apareció David en mitad del pasillo y me lo llevé por delante por decirlo de alguna forma.
_ ¡Madre mía que velocidad!_ Se reía.
_ ¡Mato a Blas! Y luego vengo a matarte a ti que tú también te has reído. _Le mire de reojo.
_Venga, relájate y déjalo pasar.
_Vale, pero porque me lo pides tú David.
 Entonces se acercó Blas.
_ ¿Ya estás más tranquila?
_ Habló el que me había encerrado en una habitación con él.
_ ¿Qué has hecho qué? _Preguntó boquiabierto.
_ Venía detrás mía, me escondí en mi habitación y cuando pasó la cogí y la encerré conmigo para hablar a ver si se tranquilizaba, pero no ha habido manera.
_ Seguro que solo ha pasado eso. _Nos guiñó un ojo.
_ ¡Oye!
_ Pues bien que me has dicho que ojalá tuviera peor puntería cuando te he dado el beso…
Me quedé callada y se empezaron a reír. Entonces vino Carlos.
_ ¿Vamos a comer?
Inés venía detrás.
_ Si venga, que me muero de hambre.
Lleguemos al restaurante y pedimos mesa. Nos la dieron al lado le da ventana desde donde se podía ver el reflejo de la luna en el mar. Las bombillitas que habían allí desprendían una luz suave así que aquello parecía una cena romántica, si no fuera porque éramos tantos. Yo me senté justito al lado de la ventana y David, como no, se sentó a mi lado.
_Que bonito, ¿a qué si?
_Lo único que falla aquí eres tú. _Me empecé a partir de risa. _No, no. Es broma. Eres lo mejor que hay. _Le sonreí.
_ Si es que no me tenía que pedir nada y te tenía que comer a ti. ¡Mira que eres mona!
_Gracias jeje.
Terminemos de comer, nuestras cosas las había dejado Dani en las habitaciones en las que teníamos que dormir.
A mi me había tocado dormir con David y no se porque, porque Maica, Lucía y Inés dormían solas en la habitación de al lado. Lleguemos y sacó la tarjetita para abrir la puerta.
_ A ver si te gusta la habitación, es una habitación especial.
Abrió y me quedé boquiabierta, esa habitación era diferente a la de los demás, que las había visto antes de llegar a esta. Había una cama de matrimonio enorme (cosa que hizo que me empezara a reír descontroladamente), todas las cortinas, alfombras y juegos de cama eran blancos con detallitos rojos y una lámpara preciosísima de cristalitos. Un armario enorme y mis cosas en una silla al lado de un escritorio blanco también muy bonito y dos mesitas de noche a juego con el escritorio con dos lamparitas rojas.
_ ¿La has pedido expresamente verdad?
_Ya te gustaría. _Me guiñó un ojo. _No cuela, ¿verdad? Vale, si.
Me empecé a reír. Me puse mi pijama y me metí en la cama.
_ Que cómoda, esta me la llevo yo mañana en la mochila.
Nos reímos los dos y el también se acostó a mi lado.
_ Que sensación más extraña tengo. _Me dijo.
_ Cual, ¿esta? _Empecé a buscarle las cosquillas.
_ No tengo cosquillas. _Se reía.
_Pues ya somos dos.
Nos quedemos mirándonos. Era un poco extraño estar allí con él, en la misma cama, solos los dos y encima él estaba en ropa interior porque con la calefacción del hotel parecía verano. Entonces le di la espalda, me cogió por la cintura y se puso a cantarme susurrándome al oído “Cartas Entrelazadas”.
_Me estás tomando el pelo. _Me reía.
_ ¿Por qué lo dices?
_ Porque todo esto… no puede ser.
_ Si que puede.
 Ese comentario hizo que me girara de golpe hacia él.
_ ¿Cómo?
_ Comiendo. _Se reía_ Es que no se ni lo que digo.
Se giró y no quería mirarme, no había forma hasta que me tiré encima de él a lo bruto y lo que hizo fue ponerse encima de mí.
_ Esto queda raro.
Se meaba de la risa.
_Pero se está a gusto. _Me decía.
_ ¿Em?
_ Nada.
_Niño, te vas a mear de la risa y nada más me falta que tener que dormir en vaqueros.
_ Pues duermes en ropa interior como yo.
_ ¡Si hombre!
_ Venga ya, pero si tienes calor, se te nota.
Me quedé mirándole con mala cara. Se levantó, fue al lavabo y me quedé allí con mi pijamita puesto. De pronto apareció con una botella llena de agua en las manos, además abierta.
_ ¿Has ido a beber agua?
_ No es para beber.
_ ¿Entonces para qué?
_Porque voy a ser malo y voy a hacer que te quites el pijama.
_ ¡No!
_ ¡Si!
Me tiró toda el agua encima, por lo que me tuve que quitar el pijama y encima no llegaba a donde me había puesto la ropa para que no la cogiera.
_ Lo has conseguido, ¿contento?
_No sabes cuanto. Bueno, ahora estamos los dos en ropa interior, en la misma cama y todo…
_ Loco.
_Mucho. _Se reía. _Que guapa eres.
_ ¡Si, ya!
_Pues si.
_Bueno, bueno. Vamos a dejarlo anda.
Nos reíamos.
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Hola!!! perdon por el retraso esque no he tenido tiempo de nada y la inspiracion tampoco es que este muy presente ultimamente... jajajajaja bueno gracias por leer, un beso :D

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